viernes, 14 de diciembre de 2012

Filipinas lloró, la oscuridad de Doha



"Basta de retrasos, basta de excusas. Lanzo un pedido a todo el mundo, a los jefes de todo el mundo: abran los ojos y miren a la cara la realidad. Por favor, hagan de Doha el lugar que se recordará porque encontramos la voluntad política de avanzar en las decisiones contra los cambios climáticos" , advirtió el jefe de la delegación de Filipinas, Naderev Sano, a quien las lágrimas interrumpieron el discurso.

Doha terminó, no el 7 de diciembre, como debía suceder, sino un día después. Terminó sin compromiso global de reducciones. Los retrasos seguirán, parece que como por ocho años, porque la promesa es que en 2020 empezará a funcionar un nuevo protocolo. El 31 de diciembre vence el de Kioto. Andaremos a la deriva. Y como dijo Bolivia, el cambio climático hará más pobres a los pobres.