lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Otra conferencia más?


   Arranca hoy la conferencia de ONU sobre cambio climático en Cancún, México. Y nada indica que pueda haber un acuerdo global para fijar metas de reducción de los gases que causan el calentamiento del planeta, que es lo primordial para salvarlo.
   Todos los análisis, documentos, pronósticos pintan un presente empeorado y un futuro que se agravará. Más sequías, inundaciones, aumento de frecuencia y virulencia de precipitaciones, tormentas huracanadas, sismos, elevación del nivel de los mares, retroceso de los glaciares.
   Estos fenómenos impactarán en forma directa en el modo en que vivimos, en un mundo en el que la población crece, y cuyos habitantes más pobres, como siempre, serán los primeros y principales afectados, mientras los ricos, prepararán sus territorios para la embestida.
   Pese a todo esto, que se sabe que va a ocurrir si no se toman medidas draconianas de recorte de emisiones, lo cual significa un cambio de conciencia en el nivel de consumo que tenemos, no hay ni miras de acuerdo.
    Lo que sí parece es que los gobiernos se están poniendo de acuerdo en mecanismos de comercio de carbono -que sería algo así como la bolsa operando en la naturaleza y haciendo negocios con ella-, a los que se oponen muchas organizaciones ambientalistas y algunos pocos Estados, que los consideran la mercantilización del medio ambiente.
   Las actividades de la conferencia durarán hasta el 10 de diciembre, en este escenario de lujo y devastación ambiental, la contracara de lo que debería defender la Convención de Partes de ONU sobre Cambio Climático.

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