Semillas bolivianas

   ¿Qué pasará con la filosofía del "vivir bien" del gobierno de Evo Morales si se aprueba la ley que permitirá el ingreso de los transgénicos a Bolivia?
   Pese a los cultivos de soja transgénica de la opositora Santa Cruz y a las dificultades para reemplazar la dependencia económica a las actividades extractivas (como hidrocarburos y minería), Bolivia sigue siendo un bastión de la defensa del medio ambiente.
   Fue la Bolivia de Evo la que organizó la primera Conferencia de los Pueblos sobre Cambio Climático en 2010, para dar espacio a las voces que permanecen siempre fuera de los foros internacionales.
   Fue la Bolivia de Evo la que defendió a ultranza, contra más de 190 países, los acuerdos de esa conferencia para no sumir a la humanidad en la catástrofe a la que la lleva el cambio climático.
   Hoy, todo eso pende de un hilo. Se llama Ley de Revolución Productiva, Comunitaria y Agropecuaria, que incluye un artículo en el que se permite el ingreso de transgénicos al país. Parece, eso sí, que la papa y la quinua se salvan, dicen. ¿Se salvarán de la contaminación del glifosato, que por cierto se usa para matar la planta de coca?