Fue asesinado por enfrentar a la mafia maderera en la Amazonia de Brasil. Era dirigente del Movimiento Campesino Corumbiara y se llamaba Adelino Ramos. Un motociclista lo mató a tiros cuando estaba vendiendo verduras de su producción en Rondonia, norte del país.
Tres días antes fueron ejecutados José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa, Maria do Espírito Santo da Silva, en el municipio de Nova Ipixuna. También eran dirigentes comunitarios y peleaban contra la tala ilegal en el estado de Pará. La presidenta Dilma Rousseff mandó a investigar el hecho.