"Una decisión basada sólo en intereses económicos es éticamente
inaceptable y deplorable, porque constituye una mezquina burla de la
sociedad", dijo la Conferencia Episcopal de Chile.
El cuestionamiento de la Iglesia es al proyecto hidroeléctrico Hydroaysen, que inundará 5.900 hectáreas de reservas naturales y que tiene un gran repudio por parte de la población chilena.
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