Algunos artículos me resultaron interesantes en los últimos días o en los últimos tiempos. Veo que los diarios de la región reproducen cada vez con mayor frecuencia cuestiones que hacen a nuestro hábitat y a los conflictos entre los hombres y las explotaciones de recursos naturales a cargo de otros hombres. Es posible que se deba a un incremento de situaciones problemáticas, lo que no le quita valor.
El sitio Plaza Pública de Guatemala publicó un reporte sumamente interesante sobre El Estor, un poblado en el que la minería y la tala ilegal está produciendo todo tipo de destrozos del ambiente y las relaciones humanas. Se llama Tierra Minada. Buen título para un libro, pensé.
Y también esta semana hallé un artículo en el diario mexicano La Jornada sobre la vulneración al derecho a la consulta a los indígenas. Este es un tema que no sólo afecta a algunas localidades mexicanas, sino a muchas en la región. La tensión -y la disputa- entre la riqueza subterránea y de la superficie de la tierra, al igual que los derechos de los pueblos originarios a permanecer en ella, crece en Latinoamérica.
Una última nota de opinión, también en La Jornada, merece la atención de todos los que apreciemos el planeta. Es sobre la CIA y su inversión en investigaciones de geoingeniería, que vendría a ser la intervención directa sobre el clima con fines específicos -bélicos, económicos, cambio climático, diversos...-. "Imaginen si la CIA pudiera decidir sobre el termostato global. La geoingeniería es tan riesgosa, tanto por sus efectos climáticos como por su potencial uso hostil contra otros países, que lo único sensato es prohibir internacionalmente su uso", dice Silvia Ribeiro, la autora del artículo.
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