Foto de http://www.derechos.org/
Bagua Grande, en la Amazonia peruana. Ahí fue donde sucedió la masacre de más 30 personas, entre ellas indígenas y policías, el 5 de junio del año pasado. Las comunidades originarias denunciaban leyes que favorecían la explotación de los recursos naturales por parte de trasnacionales y violaban sus derechos ancestrales a la tierra. Hicieron un paro de dos meses. Y durante un bloqueo de ruta llegó la represión. Nunca se terminaron de esclarecer los hechos. Pero el gobierno debió cambiar algunas de esas leyes. En paralelo, empezó una persecusión hacia las radios locales que denuncian los atropellos de las políticas extractivas. La radio La voz de Bagua fue una de las perjudicadas. Recién esta semana, después de más de un año, el gobierno le devolvió la licencia.
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