Fue Bolivia la que puso un freno al borrador presentado en Cancún como acuerdo de la conferencia de ONU sobre cambio climático.
Denunció que el texto es confuso, que es lo mismo que se aprobó el año pasado en Copenhague, aquel acuerdo del fracaso, que no hay en él compromisos que garanticen la continuidad del Protocolo de Kioto -el acuerdo vinculante legal que existe en materia de calentamiento global- y la limitación del aumento de la temperatura necesaria para que no mueran millones de personas.
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