Y es así, efectivamente, como reza el tema del Indio Solari. El lujo es vulgaridad. Fue la frase que durante una semana cruzaba mis pensamientos, mientras andaba por estos hoteles "resort". Son lugares para que la gente derroche, se sienta atendida como ricos, aunque no lo sea, y olvide que del otro lado hay un mundo más austero.
Este lugar es el fiel reflejo de la conferencia de ONU sobre cambio climático. Porque el lujo y la gran devastación a la que han sido sometidos los manglares de Cancún para construir estos hoteles son exactamente lo contrario a lo que hay que hacer para salvar el planeta.
Como me dijo un experto por esto lados, si queremos salvar el planeta, tendrá que haber una revolución industrial, que plantee un cambio de modelo de producción, distribución y consumo este siglo. Y si no, los que sobrevivan tendrán que ir adaptándose a la nueva realidad, que cambiará todo el tiempo.
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